En el  barrio Estoraques, una comunidad marcada por condiciones de vulnerabilidad, las Unidades Tecnológicas de Santander (UTS) en alianza con la ONG Gambeta vienen gestando una transformación profunda en la vida de niños, jóvenes y sus familias, a través de un programa que integra el deporte, la educación y la inclusión social.

Esta iniciativa se desarrolla en el Colegio Luis Carlos Galán Sarmiento, ubicado en la comuna 17 de Bucaramanga, donde la población estudiantil pertenece en su mayoría a los estratos 1 y 2, y enfrenta realidades complejas como violencia intrafamiliar, desplazamiento y necesidad económica. En este contexto, la deserción escolar se presenta como un riesgo latente que el programa busca combatir de manera integral.

El proyecto, liderado desde el programa de Cultura Física y Deporte de las UTS, combina la intervención psicosocial con la práctica de disciplinas como fútbol, baloncesto, voleibol, tenis de mesa y expresión corporal. El principal requisito para que los jóvenes participen es mantener un buen rendimiento académico, lo que incentiva la permanencia en el sistema educativo y fortalece su desarrollo personal.

“Con este proyecto no solo se está motivando a los estudiantes a terminar su bachillerato, sino que también se les brinda una oportunidad para soñar con un futuro diferente”, afirma el rector Omar Lengerke. A lo largo de los últimos años, más de 700 niños y niñas han participado en las distintas etapas del programa, demostrando su impacto sostenido.

La ONG Gambeta, originaria de Vic, Barcelona (España), encontró en Bucaramanga el terreno fértil para desarrollar su visión: usar el deporte como vehículo para la integración social, la prevención de riesgos y la construcción de comunidad. Gracias a esta alianza, los estudiantes de las UTS también tienen la posibilidad de realizar prácticas profesionales en este contexto real de intervención social, fortaleciendo su formación integral como futuros profesionales comprometidos con su entorno.

El proyecto no solo involucra a los estudiantes. Padres y madres de familia también han sido capacitados en temas como resolución de conflictos, convirtiéndose en aliados estratégicos para mantener a los jóvenes dentro del sistema educativo y brindarles una red de apoyo sólida desde sus hogares.

La renovación del convenio entre las UTS y la ONG Gambeta hasta el año 2026 reafirma el compromiso de ambas instituciones con el desarrollo social de Bucaramanga. Esta alianza demuestra que, cuando la academia se articula con organizaciones sociales, es posible generar impactos reales y duraderos en comunidades históricamente marginadas.

Gracias al deporte, la educación y una visión compartida, hoy cientos de jóvenes en Estoraques no solo permanecen en el aula, sino que corren tras sus sueños con más fuerza que nunca.